Los secretos del fábricante






Es diferente, no hay vueltas que darle al asunto. No es lo mismo vender que hacer y tampoco es lo mismo hacer que hacer y vender. 

Desde que decidimos abrir las puertas de Interliving en agosto de 2016 hemos tratado de imponer una lógica, una especie de título que describa lo que somos y lo que hacemos pero no fue fácil, aún hoy sigue sin serlo.  No somos resellers ni importadores y a pesar de que un principio así lo llamábamos con el tiempo hemos evolucionado y hoy en día consideramos que ya no tenemos un showroom, tenemos un salón de ventas que está abierto de lunes a sábados en amplios márgenes horarios para que cualquiera que desee probar el modelo que lo enamoró por la web pueda hacerlo.

Interliving es llegar todas las mañanas a la planta industrial; abrir sus puertas; levantar las térmicas; saludar al personal; oír al compresor cargando el aire, el cual pronto comenzará a circular por las tuberías que alimentan a las máquinas neumáticas con las que se ensamblan las estructuras, se cinchan, se engoman y luego se tapizan; sentir el aroma a madera; escuchar la sinfonía robusta de una orquesta dirigida por los cortes rectos producidos en la sierra circular en conjunto con las curvas que se ingenian en la sin fin para luego, posteriormente, limar las asperezas con nuestra lijadora de banda; tampoco hay que olvidar las máquinas de coser ni a los sopletes de la cabina de lustrado quienes también aportan su trabajo para hacer realidad nuestros diseños. Ser fabricante significa saber emplear de la mejor manera cada rol dentro de cada área, conocer los tiempos que influyen en cada una de ellas y ser capaz de coordinarlas al mismo tiempo para minimizar al máximo los plazos de entrega. 
Pero Interliving no sólo es eso, Interliving también significa salir de la fábrica y levantar la cortina del local, prender las luces, ambientar el salón y aguardar a que lleguen ustedes para asesorarlos como pocos lo hacen, contarles todos los secretos que nosotros y sólo nosotros conocemos porque ya sea el sofá, la silla, la mesa, el puff o lo que sea que te lleves de nuestro local previamente habrá pasado por nuestra fábrica. Interliving es eso, un ciclo entero que engloba producción, venta y entrega, un todo. Por eso no sólo somos fabricantes, por eso no somos una mueblería convencional. 

Interliving es Interliving y estés donde estés nos podés encontrar. Gracias a las nuevas tecnologías hoy recibimos la visita o el contacto de personas de todo el país y como sabemos que a veces la distancia dificulta la decisión, hacemos todo lo posible por mostrarles en detalle cada minucioso aspecto de nuestro trabajo desde los múltiples canales de comunicación: Facebook, Instagram, Whatsapp, Mercadolibre o desde nuestra Web, siempre te compartimos la información en su mayor nivel de detalle. 

Ahora sí ¿Quieren conocer nuestro secreto? El secreto de Interliving es justamente la inexistencia del mismo. No hay un patrón, no hay un truco, no hay un haz bajo la manga sólo hay trabajo, sólo hay experiencia y buena voluntad para hacer que todo funcione de la forma correcta. 

Cada día, cuando abrimos las puertas de la fábrica o levantamos la cortina de nuestro local lo hacemos con la convicción de que se puede mejorar, de que podemos seguir innovando y actualizando lo que hacemos, porque las personas cambian y sus necesidades también y ahí tenemos que estar nosotros disponibles para poder brindarles la solución ideal.

Así que ya sabés, cuando pienses en renovarte pensá en nosotros, pensá en Interliving.


R.G.

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